Si todo fuera ecológico, sería imposible alimentar a una buena parte de la población mundial
Carlos Delso es un hombre sereno que, con la misma tranquilidad que explica la función de los fertilizantes denuncia los elevados impuestos o el elevado coste energético en nuestro país. Es consciente de que la figura del empresario y el sector en el que trabaja no tienen buena prensa, pero no por ello rehuye las preguntas, responde sin temor a resultar políticamente incorrecto. Él es el presidente de una empresa que fundaron su padre y su hermano mayor, Lorenzo, dedicada a desarrollar, comercializar y distribuir fertilizantes. La segunda generación ya está en el negocio, pero él no tiene prisa en dar el relevo: disfruta de lo que hace.