Natalia, después de tu dilatada trayectoria en VÍA FERTYSEM, ¿cómo has afrontado este nuevo reto?
Con mucha ilusión y humildad. Debo decir que cuando me lo propuso el Grupo, no tenía conocimientos en este área y lo primero que se me ofreció fue la oportunidad de formarme. Durante este último año (y todavía continúo), he hecho un máster en Sostenibilidad, que me ha proporcionado los conocimientos básicos para entender este tema tan novedoso y extenso que hoy se conoce como sostenibilidad.
Ha sido como cambiar de empresa, pero en la misma casa de siempre. ¿Cómo te sientes?
Muy honrada de que el Grupo haya pensado en mí para llevar este tema. A pesar de no ser especialista en ninguno de los temas específicos de sostenibilidad (ingeniería ambiental, regulatorio, etc), el Grupo ha valorado mis años de experiencia en el sector, que son muchos, por encima de estas carencias. Por otro lado, me está permitiendo conocer el Grupo en su globalidad, mientras que antes estaba más centrada en VIA FERTYSEM.
A partir de ahora se abre una nueva etapa apasionante…
Lo has dicho bien, apasionante. Agricultura y sostenibilidad deben ir de la mano para conseguir que nuestra contribución a la alimentación sostenible sea relevante. Nuestro mercado, la agricultura, está impactada de lleno por todos los factores clave de la sostenibilidad: alteraciones climáticas como la sequía que estamos padeciendo, la falta de relevo generacional, desigualdad en las regulaciones entre distintas zonas mundiales de cultivo, etc.
Sin embargo, la agricultura tiene un papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas, la fijación de Carbono en el suelo, la lucha contra la erosión, la repoblación de la España vaciada… además de su rol principal, que es el de alimentar a la población.
Nosotros somos parte de la cadena de valor de la agricultura y no podemos olvidar que, sin fertilizantes sintéticos, la población mundial no podría haber llegado a los casi 8.000 millones que somos ahora mismo.
En la actualidad, se está acusando a la industria fertilizante de ser la causante de una parte importante de las emisiones de gases efecto invernadero de la agricultura, pero desde DFGRUPO estamos dando pasos para diseñar una gama de fertilizantes con emisiones de Carbono muy reducidas. Igualmente, creemos que una fertilización eficiente combina los requisitos de respeto medioambiental y rentabilidad que nuestros agricultores demandan.
¿Te está costando adaptarte a tus nuevas funciones?
Un poco sí. Llevo toda mi vida laboral dedicada al mundo comercial. Pasar de ese entorno de inmediatez, con el día a día frenético de la campaña, miles de llamadas, temas que solucionar en el momento… a un entorno más estratégico, de estudio y análisis de temas que no implican resultados a corto plazo, supone un cambio muy radical.
Que hayas dado este paso asumiendo esta nueva responsabilidad, dice mucho de ti como profesional y de DFGRUPO como empresa…
Yo suelo decir que la sostenibilidad ya estaba presente en el ADN de DFGRUPO, aunque de una manera implícita. DFGRUPO siempre ha tenido una visión a largo plazo y esta es su apuesta de futuro. La sostenibilidad tiene como fin precisamente la perdurabilidad de la empresa en el tiempo, mediante su adaptación a la realidad ambiental y climática, asegurándose de contar con los mejores profesionales para desarrollar su actividad y dotándose de las mejores políticas y herramientas para su buen gobierno.
¿Puedes contarnos tus funciones? ¿Cuáles van a ser tus retos y cuáles los desafíos en sostenibilidad?
La sostenibilidad agrupa las políticas y estrategias de la empresa en tres áreas: Ambiental, Social y de Gobernanza (ESG en inglés). Por tanto, abarca un amplio número de temas muy transversales, como son la política medioambiental de la empresa y de sus instalaciones, la adaptación de gama de productos a los requerimientos ambientales actuales, la gestión y atracción del talento, innovación, etc. Como he dicho, no soy experta en ninguno de estos temas, pero en el Grupo hay conocimiento más que de sobra. Mi labor será coordinar este conocimiento interno para definir objetivos conjuntos, elaborar estrategias y trazar las líneas de actuación en esos tres campos que nos permitan cumplir estos objetivos.
El gran reto es detectar donde podemos aportar valor a todos nuestros grupos de interés, tanto internos como externos: empleados, clientes, proveedores, comunidades locales… y llevar a cabo las acciones y estrategias necesarias para tal fin.
Para quien no lo sepa, el cargo de Responsable de Sostenibilidad es cada vez más frecuente en las empresas…
Efectivamente. Diseñar acciones para la sostenibilidad. Ya sea por las exigencias externas, por las nuevas normativas de información no financiera o por convencimiento interno, las empresas en mayor o menor medida tienen ya este tipo de funciones normalizadas, bien con departamento propio o integrado en otros.
Es una labor muy enriquecedora, ¿verdad? De alguna forma estás mirando por el futuro de todos…
Así es como se define la sostenibilidad: la manera de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de las generaciones futuras.
Pero no creo que sea solo mérito mío. Al formar parte de la cadena de valor de la agricultura, todos los que trabajamos en DFGRUPO, cuando hacemos nuestro trabajo de una manera eficiente, ya sea desde una oficina o almacén, o vendiendo a clientes, estamos poniendo nuestro granito de arena en esa misión que es la de proporcionar alimentos.