Definición y consecuencias del hambre oculta
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), define el hambre oculta como “las deficiencias de micronutrientes que se producen cuando la calidad de los alimentos que comemos no cumplen con nuestras necesidades de nutrientes, por lo que no estaríamos recibiendo las vitaminas y minerales esenciales necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuados”.
El hambre oculta afecta a más de dos mil millones de personas y puede traducirse en trastornos en el funcionamiento normal de su sistema inmunitario, en frenos en su crecimiento físico e intelectual e incluso en la muerte.
Es posible que el hambre no sea sinónimo de pasar hambre, sino de falta de calorías por carencia de micronutrientes esenciales. Aquí, la triple carga de la malnutrición juega un papel muy importante:
- Desnutrición: no recibir los alimentos suficientes que demanda tu cuerpo.
- Sobrepeso y obesidad: Normalmente ocasionados por el consumo de alimentos poco nutritivos y con aporte de calorías.
- Deficiencia de micronutrientes: 3.000 millones de personas están desnutridas por falta de alimentos nutritivos.
La nutrición de los cultivos
La ecuación se vincula a la nutrición de los cultivos. Si bien la mejora ha sido ostensible en las últimas campañas, no siempre es consecuente respecto de la calidad de los granos.
“La falta de alimentos no es una situación cronificada, sino que está vinculada a la baja calidad de los alimentos por falta de nutrientes esenciales en su composición. Es un fenómeno que se conoce como el hambre oculta y afecta a 2.000 millones de personas”. El desafío actual para la agricultura es manejar la nutrición de los cultivos dentro de un escenario de deficiencia en los suelos y, así, mejorar la calidad de la producción.
Debemos vigilar las estrategias para incrementar el valor nutricional de los alimentos producidos. En diversos estudios contrastados, la deficiencia en micronutrientes, como por ejemplo, el Zinc, el Selenio y el Manganeso, se verifica que actúan en el sistema inmune de las personas.
“Además de ser un problema de salud, también tiene un impacto económico con una implicación promedio del 5 % del PBI mundial”.
Dr. Ismail Cakmak
Un resumen de las palabras emitidas por el Dr. Ismail es: “Los sistemas de producción están enfocados en el rendimiento, sin prestar atención al valor nutricional de lo que se produce”, es decir no importa la calidad, pero si la cantidad. Además, apuntó que aumentar el rendimiento, disminuye el contenido de proteína y que no se ha tenido éxito en el intento de reducción del hambre oculta, porque no se incluyeron soluciones basadas en la fertilización adecuada.
Se tiene que avanzar para mejorar la calidad de los cultivos con fertilización adecuada, lo que conlleva una mejora en la calidad de los alimentos consumidos.
Es evidente que los efectos económicos del hambre oculta en el PIB mundial son muchos, pero, ¿cuáles deben ser las metas de la producción agrícola?
- Producir alimentos con composiciones básicas específicas.
- Maximizar la eficiencia de producción de los cultivos y observar la dilución de nutrientes al aumentar los rendimientos.
- Hacer un manejo balanceado y estratégico de la fertilización que contribuya a cuidar la calidad.
- No descuidar la incorporación efectiva de nutrientes, a través de la correcta administración de los fertilizantes, en la producción de alimentos.
No podemos descuidar los avances en la mejora de la calidad de los cultivos a través de la fertilización adecuada. Por eso, es nuestra responsabilidad como Grupo, asumir el papel protagonista que tenemos poniendo a disposición del sector agrícola diferentes alternativas y soluciones nutricionales, para intentar reducir el hambre oculta que está afectando a tantos millones de personas.