Históricamente, el Azufre ha tenido gran importancia para las plantas. Su uso se transformó en una práctica agrícola entre los años 1845 y 1847 en Inglaterra y Francia para el control de oídio en los viñedos. En 1974, en EE. UU. se utilizó con éxito la aplicación de Azufre elemental en el control de hongos en el cultivo de remolacha. Este papel protagonista en la agricultura llega hasta la actualidad, tanto para la protección de las plantaciones, como para la Agronutrición. Un macronutriente que eleva las características de los cultivos y optimiza las prestaciones que queremos conseguir de ellos.
El Azufre elemental (o cuarto elemento como es reconocido en la jerga agronómica) se debe tener muy en cuenta en la nueva reglamentación europea, ya que se colocará como macronutriente, igualándose a las normativas de otros continentes mucho más sensibles y conocedoras de sus bondades y de las necesidades que los cultivos tienen de él.
La necesidad que la planta tiene de Azufre es igual a la del Fósforo. De hecho, la planta necesita el mismo porcentaje 0,3 – 0,5 %; sin embargo, el Azufre se considera secundario porque hasta ahora había mucha reserva en el suelo, mientras que el Fósforo es primario por su baja disponibilidad.
UTILIDAD Y BENEFICIOS DEL AZUFRE PARA LA AGRICULTURA
La función principal del Azufre como fertilizante es servir a la planta como sistema de defensa y detoxificación. En la protección de las células evitando la deshidratación por calor y sequía, en la protección de los daños de las células por estrés térmico.
- Síntesis de aminoácidos
- Cisteína
- Cistina
- Metionina
- Participa en la formación de clorofila y síntesis de vitamínicas, principalmente vitamina B1.
- Formación de glucósidos, ferredoxinas y la participación en la actividad de la ATP sulforilaza.
- Beneficia las propiedades del suelo, aumentando la fertilidad de sus nutrientes esenciales.
- Favorece la fructificación y la formación de espigas en los cereales.
- Produce semillas de alta calidad, aumentando la producción de aceite en la colza.
- Es necesario para la transformación de la materia orgánica en humus.
- Es muy aconsejable para ambientes húmedos.
- Acondicionador de Suelos.
- Mejora la actividad microbiana del suelo.
- Función NUTRICIONAL.
- Función BIOESTIMULANTE.
- Función ANTIOIDIO.
- Función ACARICIDA.
FORMAS DE APLICACIÓN DEL AZUFRE
Fertilizante foliar, granulado, líquido, mineral… Una de las ventajas principales del Azufre, es su capacidad de adaptación para ser aplicado de distintas formas, dependiendo del momento del cultivo.
La aplicación del Azufre en las plantas a través del fertilizante, puede hacerse como Azufre elemental o en forma de Sulfato. El Azufre es incorporado por las plantas desde la disolución del suelo como Anión Sulfato (SO42-), la forma más oxidada del Azufre. Aunque esta forma del Azufre es directamente asimilable por la planta, los sulfatos se caracterizan por ser muy solubles, por lo que desaparecen del suelo lavados por el agua de riego o la lluvia, con el riesgo que esto supone de dejar a los cultivos en una situación de deficiencia a la hora de cubrir sus necesidades.
En cambio, el Azufre elemental es insoluble en agua, lo que le mantiene disponible en el suelo, mientras se oxida progresivamente, hasta convertirse en sulfatos asimilables por acción de la microbiota del suelo.
Como fuente de Sulfatos de liberación lenta, la oxidación del Azufre elemental en el suelo, reduce su pH y hace un lavado del Sodio (Na). Esta reducción de pH, hace movilizar desde el suelo macronutrientes como el Fósforo y micronutrientes como el Hierro o el Ccobre. Por su parte, la eliminación del Sodio equilibra la conductividad eléctrica de la disolución del suelo y disminuye el estrés hídrico general de la planta.
OPTIMIZACIÓN DEL AZUFRE
Para conseguir que los efectos del fertilizante con Azufre sean los adecuados, debemos elegir la manera más eficaz de aplicarlos a los cultivos, asegurándonos además de que cuentan con la cantidad que demandan en cada momento para que su correcto desarrollo y crecimiento. Como indicador necesario, el control MEDIANTE ANÁLISIS DE SUELO anual, es el único medio real y veraz. Existe el método tradicional que es el habitual, que consiste en esperar a ver el PROBLEMA (indicios de Oídio, indicios de ACAROS que son los más corrientes de ver en sus inicios) pero luego existen los grandes problemas nutricionales y en ese momento ya no es posible dar marcha atrás.
La fertilización con Azufre es óptima y alcanza su mayor grado de eficacia cuando se aporta conjuntamente con Nitrógeno, Fósforo y Potasio y con el resto de nutrientes. Solo entonces es capaz de aportar todos estos beneficios y ventajas:
- Regula la disponibilidad de Nitrógeno y mejora su eficacia. Se habla de una relación Nitrógeno: Azufre de 10:1 en tejido vegetal para que los cultivos logren un desarrollo normal.
- Moviliza el Fósforo y el Potasio.
- Acidifica y ralentiza la nitrificación por lo que puede considerarse de liberación progresiva.
- Favorece la disponibilidad de calcio, magnesio y otros micronutrientes.
- La fertilización simultánea con Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Azufre, Magnesio y micronutrientes, mejora la asimilación de todos ellos por los cultivos.
SÍNTOMAS DE UNA DEFICIENCIA
El Azufre se enlaza con proteínas y en estructuras orgánicas, quedando fijado en los tejidos de las plantas. Por este motivo, las plantas no pueden transportar el azufre desde los tejidos envejecidos hacia los tejidos nuevos cuando hay una carencia.
- La consecuencia primaria es la clorosis, que consigue una decoloración verde claro en las hojas más jóvenes. La primera impresión da apariencia de deficiencia de nitrógeno; coloración verde claro en hojas jóvenes y viejas.
- Fuerte coloración púrpura en los peciolos de las hojas debido a la producción de un pigmento (anthocyan).
- Cambio de color. El color verde claro cambia en zonas a amarillo intenso.
- Síntomas de deficiencia extrema, la planta tiene muchas hojas de color amarillo intenso con peciolos y tallos de color púrpura.
El Azufre, al igual que el Nitrógeno, es un constituyente esencial de las proteínas necesario en muchas de las funciones de crecimiento de las plantas. Existe, por ello, una estrecha vinculación entre la cantidad de Nitrógeno y Azufre en los cultivos, tomándose como referencia la proporción de 1 kg de Azufre (2.5 kg SO3) por cada 12 kg de Nnitrógeno.
Recuerda que estamos a tu disposición para recomendarte los productos que mejor se adaptan a las necesidades de tu cultivo y para responder cualquier duda que haya podido surgirte.
Contacta con nosotros, ¡estaremos encantados de hablar contigo!